Noticia | 24 Mayo 2016

¿Y los consumidores señora Presidenta?

Pablo Rodriguez
Director Ejecutivo Fojucc
Todos los chilenos y chilenas, ya sea acostados, preparando el desayuno, en el auto, en el bus o haciendo cualquier otra actividad, escuchamos el discurso presidencial. Había mucha expectativa sobre lo que se podía anunciar, fundamentalmente porque todos tenemos intereses particulares al respecto. Nosotros, particularmente, tuvimos mucha atención respecto a la temática de la protección de los derechos de los consumidores y de la libre competencia, ya sea porque es nuestro tema de trabajo, pero además por todos los escándalos, fundados en la mala fe, en el mercado de bienes y servicios. Lamentablemente no fue más de tres a cinco segundos que ocupó en la “cuenta pública” de aproximadamente una hora y media de duración. Con esto no queremos decir ni desconocer que hay otras temáticas de igual o mayor prioridad que profundizar, pero sí constatamos una debilidad en las políticas que se están trabajando en la materia.
Cuando revisamos el discurso presidencial del año 2014, hay un claro mensaje “pro consumidor” de hacerse cargo de un mercado desregulado y altamente abusivo a los derechos de los consumidores, promoviendo un Estado fuerte, pero también una sociedad civil fortalecida. Esto dio paso a que se presentara, por parte del ejecutivo, el Mensaje Presidencial N°141-362 (boletín N°9369-03) que fortalecía al Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) y a las Asociaciones de Consumidores. Así, en el primer año de gobierno, el fundamento, en palabras de la Presidenta era “Mejor protección de los derechos de los consumidores es un tema de central para el presente y el futuro de Chile. Los mercados necesitan de reglas claras y de organismos que las ejecuten eficazmente, a fin de generar confianza en la ciudadanía y además reprimir severamente a quienes, quebrantando dicha confianza, cometan abusos que afectan a cada uno de los chilenos”[1].
Luego avanzamos hacia el año 2015, segundo año de gobierno y con un escenario más complejo en materia económica, del cual los grandes gremios de empresarios hacían (y aún lo hacen) eco en cada portada de periódico, radioemisora y programa televisivo. Así, no obstante que la protección de los consumidores ocupó menos tiempo en este discurso presidencial, ya había un primer paso concreto en la materia de nuestro interés: se había presentado el proyecto de ley al Congreso Nacional para su discusión, con la orden expresa de tramitarlo de manera expedita, declarando la Presidenta en su discurso en ese año que “El buen desarrollo de nuestra economía exige resguardar la libre competencia y la protección de los consumidores”[2]. Sin embargo, al tener el texto en nuestras manos y analizarlo, nos llevamos una primera decepción: se “sobre-fortalecía” al SERNAC (a nuestro juicio) con dotación de recursos y facultades y se avanzaba muy poco en fortalecer a las asociaciones de consumidores y en mejorar, en general, la ley de protección de los consumidores (salvo determinadas materias de índole más procedimental y responsabilidad civil). Acá ya había un síntoma de una disociación entre lo que se había trabajado y prometido, y lo que finalmente se presentó y actualmente se discute en el Congreso Nacional.
Y así entonces llegamos a este año 2016, donde ha sido un tema central la productividad, la inversión y el crecimiento, y donde ya se ha anunciado, por parte de la autoridad, que éste será “el año del emprendimiento”. Y eso quedó de manifiesto, dado que la mención a la protección de los derechos de los consumidores y a la libre competencia no ocupó más de cinco segundos, y los anuncios económicos se basaron en la reactivación económica (aunque los empresarios también están disconformes con los “pocos anuncios”, según ellos). Curiosamente, cuando uno accede al texto completo de “Regulación y protección de los consumidores” del mensaje presidencial del año en curso[3], todo el esfuerzo legislativo y el énfasis se hace hacia el fortalecimiento del SERNAC y de proyectos de ley de mercados regulados (telecomunicaciones, transporte aéreo de pasajeros, entre otros), pero ya desaparece del discurso el fortalecimiento de los consumidores organizados (a través de las asociaciones de consumidores), como también la intención de avanzar hacia una mejor ley de protección de los consumidores; ¿qué pasó señora Presidenta? A esto se suma que la tramitación del proyecto de ley en el Congreso se ha desacelerado en su discusión y revisión y ya no se percibe tanta fuerza ni voluntad para que sea prontamente una ley de la República.
Los consumidores y consumidoras estamos preocupados. Vemos como se siguen destapando escándalos de colusión; de prácticas vulneratorias a nuestros derechos; de precios elevados de bienes necesarios para nuestra vida; de especulación en varios mercados; de mala calidad de los servicios; y, sobre todo, vemos como se avanza lento en nuestra protección y dignificación como actores relevantes de la economía. Acá, el llamado es a la autoridad a que se acuerde de nosotros, los que estamos en una situación de desventaja en el mercado de bienes y servicios; los que no tenemos la información ni los medios de producción en las relaciones de consumo; en los que firmamos diariamente contratos con empresas que no los respetan; y los que nunca somos compensados, reparados y educados frente a la mala fe de algunos inescrupulosos que por un poco de dinero son capaces de especular y encarecer la vida humana.
Señora Presidenta… no se olvide de nosotros: los consumidores y consumidoras.

Publicado por
Michelle Azuaje Pirela

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