Noticia | 19 Octubre 2018

Columna de Opinión: Adultos Mayores y Audición

Por Ernesto Benado.

El año 2000 había en Santiago sólo tres empresas especializadas en venta de audífonos para solucionar los problemas auditivos de las personas mayores y también de quienes pierden parte de su audición a más temprana edad.

En estos 20 años las empresas comerciales especializadas ya suman más de una docena. Esto se vincula al aumento de la población mayor de 65 años y de los problemas auditivos asociadas a la edad.

El seguro de salud FONASA cubre hasta $450.000 a los mayores de 65 años que sufren de hipoacusia y que están en los tramos de menores ingresos de la población. Las Isapres también cubren parcialmente estos gastos de acuerdo a cada plan.

Los pacientes en todos los seguros de salud sufren por los altos costos que han alcanzado los dispositivos para solucionar parcialmente los problemas auditivos. Según expertos en el tema, existen dos productores a nivel mundial de audífonos de calidad, una es una empresa danesa y la otra es alemana. Los producen con distintas marcas registradas de fantasía para hacer la publicidad y para efectuar la distribución y servicio a los pacientes, tienen una característica en común: todos los audífonos de estas empresas se están produciendo en China.

En Chile la población de adultos mayores de 65 años, ya ha sobrepasado los 2 millones y se calcula que un 30% requiere audífonos, que son diagnosticados por médicos especialistas mediante audiogramas y recetados para usar audífonos adaptados a cada pérdida de audición. Es un mercado de consumo estimado entre 200 y 300 millones de dólares anuales.

Los audífonos de calidad tienen valores que empiezan en $250.000 por unidad y suben en su costo y sofisticación hasta $1.500.000 por unidad .Además los audífonos usan baterías que duran entre 4 y 5 días a un costo promedio de $700 por batería. Es decir su uso representa un gasto adicional de $9.000 al mes si se usan audífonos en los dos oídos.
En general los audífonos tienen una vida útil y eficiente de 5 años. Después de ese lapso se requiere una nueva audiometría y adquirir nuevos audífonos.

El gasto de los usuarios para adquirir audífonos no parece ser suficiente para mantener 12 establecimientos con sucursales en las principales ciudades y personal especializado que den un buen servicio de adaptación y mantenimiento a los clientes. Por eso existe una estrategia de comercialización que invita a cambiar de modelos en uso cada dos o tres años, basándose en cambios tecnológicos importantes que permitirían escuchar y entender mejor.

La primera innovación consiste en hacer que los audífonos sean programables, es decir que de acuerdo al medio ambiente en que está ubicado el usuario, pueda elegir el programa más apropiado y además regular el volumen del sonido.
La segunda innovación es proveer un control inalámbrico que permite regular el volumen, cambiar programa y escuchar llamadas telefónicas sin necesidad de aproximar los teléfonos al oído… Un control adicional cuelga del pecho del usuario y se comunica inalámbricamente con los audífonos.

Una tercera innovación se basa en reemplazar el tapón de plástico que cubre el pabellón de la oreja, por un pequeño parlante electrónico que recibe la señal auditiva por un conductor metálico que conecta el audífono, siempre ubicado tras la oreja, con el oído. La señal auditiva que es captada tras la oreja es trasmitida al parlante del interior y detectada por el tímpano. Este sistema está recién llegado a Chile y no hay suficiente experiencia acumulada con ellos. Su costo se eleva a los US$4000 por los dos audífonos.

En fin existe un último sistema innovador que es simplemente un audífono electrónico diminuto que se coloca en el pabellón auditivo y que con una pequeña pila recibe y amplifica el sonido recibido en el pabellón. . Se está comercializando en Estados Unidos y su precio oscila en alrededor de US$ 4.000 dólares el par.

Como las principales diseñadoras y fabricantes de audífonos para superar los problemas auditivos, son solo dos a nivel mundial, está funcionando un duopolio que mantiene el nivel de precios a un mismo nivel en casi todos los países. Es prácticamente igual adquirir un modelo nuevo de audífonos en Chile o comprarlo directamente en el extranjero. La compra en el país tiene la ventaja de poder exigir la garantía y mantener el servicio de post venta en Chile.
Parece necesario diseñar una política de estado que proteja a los usuarios de audífonos de estos precios excesivos y permita que su mantenimiento y adaptación se efectúen utilizando las redes públicas de salud.

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