Noticia | 12 Septiembre 2011

EL FANTASMA DEL SOBRENDEUDAMIENTO

Sobreendeudamiento: el fantasma que atormenta a los chilenos.
De hecho, en Chile hay más tarjetas de crédito que habitantes, unas 17 millones. Si a esto se agregan los créditos preaprobados, las facilidades en plazos, las tarjetas. Al pobre consumidor lo atosigan con ofertas. Y como buen chileno, cae en la tentación.
De acuerdo a las estadísticas, las familias chilenas destinan un 57% de su ingreso anual al pago de deudas y un 12% debe 10 veces lo que gana. José Roa, ex director de Sernac, explica que “los consumidores utilizan la deuda para adelantar la satisfacción de un bien”. Según Roa, el problema no es endeudarse, “sino que sobre endeudarse, es decir, adquirir mayor cantidad de compromisos que los que buenamente usted pueda financiar mes a mes”.
Del mismo modo, advierte que los consumidores, cuando compran a crédito, no saben el precio final de los productos, pues se les agregan intereses, comisiones, cargos de mantención y otros. “Aparentemente requeriría estudios de matemáticas avanzada para poder saber con exactitud qué le están cobrando y al momento de pasar por la caja para pagar la cuota saber si le están cobrando lo que corresponda o no”, subraya.
El académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y especialista en Marketing, Pedro Hidalgo, señala que “este negocio financiero les permite a las compañías, además, generar ventas, porque mucha gente no podría comprar si no fuera a crédito. Por otro lado, uno tendría que pensar: ¿Por qué la gente usa el crédito? Porque lo necesita, porque lo satisface”. Ciertamente un negocio redondo.
Pese a que los consumidores chilenos se caracterizan por ser muy responsables con sus deudas, los embates de la crisis económica afectaron el bolsillo de muchas familias que, por pérdida de trabajo u otras situaciones, se vieron obligadas a dejar de cancelar.Según los datos que manejan en la Corporación Nacional de Consumidores (Conadecus), en el periodo de crisis la cantidad de personas que mantenían al menos una cuota impaga subió de dos a casi cuatro millones de tarjetas en el 2009.
Pero este fenómeno se arrastra desde hace un par de décadas. De acuerdo al Informe de Estabilidad Financiera de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), a comienzos del año pasado un 60% de la población estaba en condición de sobreendeudamiento.Esto significa que a más de la mitad de los chilenos no le alcanzaba su sueldo para cubrir las necesidades básicas de la familia, pagar la luz, el agua y el gas y cancelar sus deudas.
Para Hernán Calderón, presidente de Conadecus esto se debe al “libertinaje en la entrega de créditos de consumo, aumentos de cupos sin preocuparse si la persona tiene la capacidad económica para responder, la entrega indiscriminada de tarjetas y de créditos a gente que no tiene rentas demostrables, como los estudiantes. Todo esto ha hecho que la situación del sobreendeudamiento sea bastante dramática”.
Y el problema se agudiza aún más si se considera que “los chilenos tenemos muchas fuentes para poder sobre endeudarnos que no están cruzadas entre ellas y, por lo tanto, las posibilidades de endeudamiento son ilimitadas”, precisa Calderón. Esto porque una persona puede pedir un crédito de consumo a un banco, un préstamo a una caja de compensación y mantener compromisos financieros con las tiendas por departamento al mismo tiempo y sin control alguno.
Por lo mismo, Calderón advierte sobre la necesidad de consolidar la información comercial en una sola base de datos, que permita transparentar la realidad de cada consumidor. En este sentido, indica que la falta de regulación podría generar un grave problema económico, similar al que desató la crisis en Estados Unidos, ya que muchas personas podrían dejar de pagar por falta de solvencia.
Si bien, en mayo del 2009 el entonces gobierno de la Presidenta, Michelle Bachelet, envió al Congreso un proyecto de ley que busca reformular el sistema de administración de los datos comerciales para eliminar las asimetrías en la información a través de una entidad única que administre los datos comerciales, tanto negativos como positivos, la iniciativa todavía no llega a buen puerto. Y es que más allá de la discusión política, existe una pugna entre los bancos y las casas comerciales por no revelar la situación de sus clientes.
En esta pelea, las multitiendas tienen una clara ventaja porque cuentan con una cartera de clientes calificada como “más riesgosa” que, precisamente, presenta las situaciones más complejas de endeudamiento. Al final del día, son estos mismos usuarios los que, mes a mes, enfrentan los embates del lado más oscuro del consumo: el acoso de las recaudadoras, las cobranzas judiciales y los embargos.

Publicado por
Michelle Azuaje Pirela

¿Necesitas ayuda?

Entregamos asesoría legal gratuita, denuncia para proteger tus derechos.

Valentín Letelier #16, Santiago

[email protected]
+56 2 26960420

Agenda Conadecus