Noticia | 12 Septiembre 2011

MUCHO INTERES

Tenemos mucho interés…
En Chile, el crecimiento del crédito al consumo tiene como zócalo una muy regresiva distribución del ingreso. Una insuficiente remuneración del trabajo hace que el crédito al consumo se haya transformado en una imperiosa necesidad para la vida cotidiana de millones de chilenos. Si en los países de la OCDE el trabajo es remunerado a concurrencia del 50% del PIB, mientras otro tanto va a la remuneración del capital, en Chile la remuneración del trabajo obtiene apenas un 38% del PIB. El acceso al crédito es una condición de supervivencia, o al menos del mantenimiento de un cierto nivel de vida (si podemos llamarle “vida” a eso) identificado como capacidad de consumo. Para los distribuidores de crédito se trata de una clientela cautiva, muy poco al corriente de los sabios cálculos que optimizan el rendimiento del dinero que prestan.
Así, sin contar los costes adicionales, una tasa de interés mensual del 1,5%, corresponde a una tasa anual del 19,56%. Esa es la generosa oferta de la banca, o de algunos bancos. El comercio detallista, que ahora llaman retail, aplica tasas del 3,5% al mes, que anualizadas dan un interés del 51,10%.
Ahora bien, ¿qué costo tiene para la banca, o para el retail, el dinero que prestan? Estas eminentes instituciones se refinancian ante el Banco Central, o en el mercado interbancario que suele aplicar tasas de interés muy similares. ¿Cuál es la tasa directriz del Banco Central? En este momento, después de una subida reciente de 25 puntos básicos, la tasa del BC es de un 3,5% anual. De modo que la banca, con sus tasas de interés generosas del 1,5% al mes, obtiene un margen beneficiario del orden del 559%. Mientras que el retail, con su impresentables 3,5% mensuales, obtiene un margen de lucro del orden de 1.460%, casi quince veces lo que paga por el dinero que a su vez obtiene de los circuitos financieros.
En mis cálculos no entran las astutas aplicaciones de la técnica del “apalancamiento”. Para simplificar digamos que si la banca chilena respeta los criterios de Basilea II con relación a los capitales propios comparados con los créditos que otorga, por cada millón de pesos en créditos dispone solo de unos 80 mil pesos suyos. Así como se lee: la banca presta dinero que no tiene, y obtiene un efecto multiplicador de beneficios gracias a la técnica del “apalancamiento”. De modo que los márgenes beneficiarios citados más arriba, -que harían soñar a cualquier empresa industrial o agroindustrial-, son poca cosa comparados con lo que realmente produce la sana actividad del prestamista.
En la materia no quisiera darle consejos a nadie. La teoría económica pretende que todos los agentes económicos saben todo sobre todo, y con eso basta. Sin embargo, quisiera poner de manifiesto, de cara a los hogares endeudados, que si la banca y el retail aplicasen un confortable beneficio del 100%, -inalcanzable para la casi totalidad de la actividad productiva-, las tasas de interés que tendrían que pagar serían del 7% al año, o exactamente de un 0,565% al mes.

Publicado por
Michelle Azuaje Pirela

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