Noticia | 12 Septiembre 2011

CONSUMIDORES Y SEGURIDAD SANITARIA EN ALIMENTOS ANIMAL

Expectativas del consumidor en seguridad sanitaria de alimentos de origen animal
Me he permitido más adelante referirme en forma un poco más extensa al Mal de Chagas, que tardíamente supe, gracias a un gran investigador de la OMS, en Salta-Argentina, que este importante mal se podía trasmitir por los alimentos, cosa para mí desconocida, desconocimiento que pude también observar en profesionales médicos y en nutricionistas. Aprovecho esta tribuna para contribuir a extender estos conocimientos, lo que también he tratado de hacer por varios medios con efectos muy limitados. Este tema aparece con más detalles en Anexo.
Posiblemente uno de los factores más importantes de la seguridad sanitaria de los alimentos de origen animal es la trasmisión de enfermedades que afectan tanto a los animales como al ser humano; algunas de ellas de serias consecuencias. En otros casos los animales no se enferman aparentemente pero pasan a ser transmisores de la enfermedad; un caso de especial importancia es el de la marea roja, trasmitida especialmente por los moluscos bivalvos.
Debe tenerse presente que los resultados de nuevas investigaciones van dando aumento de exigencias y la aparición de nuevos problemas. El caso del “Mal de las vacas locas” o encefalopatía espongiforme bovina es un ejemplo de ello, como también lo fue el del DDT, que tanto beneficio trajo al mundo como por ejemplo en el ataque a la malaria y a la producción agrícola en general y que después se fue conociendo la gravedad que podía ocasionar al ser humano, hasta llegar a prohibirse su uso.
Impresiones críticas.
En cierto modo en un sentido crítico, trasmito mi impresión o sensación de que a veces mayor preocupación se da al tema económico que al problema humano.
Un caso que me ha impresionado, que a lo mejor no muchos lo conocen, es el de la aparición de la peste porcina que atacó a los cerdos de la isla de Santo Domingo, llegada al parecer a República Dominicana por cecinas provenientes de España, a través de productos traídos o enviados de la madre patria a trabajadores españoles en ese país isleño.
Esta peste, como se sabe, no afecta directamente al consumidor pero sí a la productividad porcina. Por la presión de EE UU y con su financiamiento, para erradicar esta zoonosis, fueron sacrificados todos los cerdos de los dos países, República Dominicana y Haití, posiblemente eliminándose un valioso material genético formado por selección natural para un medio de pobreza, como especialmente la haitiana. Sin embargo, entiendo que en España siguió existiendo la peste porcina a pesar de pertenecer nada menos que a la Unión Europea; la cercanía a África debe ser seguramente un factor que dificulta su erradicación. Para EE.UU. era muy importante que una isla, con dos países muy cercano a sus territorios y con colonias amplias de estos orígenes, ponían en riesgo la aparición de esta plaga inexistente en el país del norte.
Sabemos el accionar en países libres de fiebre aftosa para mantener su condición. La aparición de un foco motiva el aislamiento de una amplia superficie y el sacrificio total de la masa ganadera existente en esa zona. La fiebre aftosa se puede decir que no afecta al hombre, pero sí compromete la productividad ganadera y el acceso de sus carnes a parte importante de los mercados externos.
Una impresión que nos surge es en torno a que nuestros países en desarrollo se preocupan más de la inocuidad de sus alimentos de exportación que de la de los de consumo interno. Los mercados externos son en general de países desarrollados que exigen inocuidad a sus alimentos internos y desde luego a los importados.Tenemos en Chile esa inquietud en torno a frutas y hortalizas para el mercado nacional; por otra parte hemos tenido una real experiencia, que podría decirse positiva, en torno a dioxinas detectadas en carne de cerdo exportada a las que se les observó niveles de dioxinas superiores a los límites aconsejados. Ellos nos llevó a ubicar la causa, la que se derivó especialmente del uso de alimentos concentrados que las contenían provenientes de un ingrediente residuo industrial. El problema ha sido rápidamente superado, aunque originó sensibles inquietudes y efectos en el consumo de algunos productos y en especial de marcas comerciales que se vieron afectadas.
Aspectos positivos de esto que pueden destacarse: Abre caminos de solución por una parte, mediante tecnologías de avanzada y por otra, actúa como una vigilancia, sirve para detectar problemas(caso de las dioxinas en carne exportada de cerdo).
Me he formado la impresión de que a veces los organismos de control, al no tener la suficiente capacidad de recursos para conocer mejor la realidad, tratan de no darle importancias a problemas que realmente existen y que se debieran atender. Tenemos varios ejemplos de que investigaciones llevadas a cabo por otros organismos para finalidades distintas, han captado problemas, como también lo han detectado investigaciones propiciadas por organizaciones de los consumidores.
Hay que tener presente que no es fácil tomar decisiones sobres temas de esta naturaleza; pueden producirse alarmas innecesarias, como también pueden ocultarse por ello realidades conducentes después a graves consecuencias. Es importante que los mensajes sean muy claros y oportunos
He tenido la oportunidad por ejemplo de conocer aspectos de la marea roja, que afecta gravemente e incluso con alta posibilidad letal a los que consumen los moluscos bivalvos infestados por estas toxinas. Documentos de trabajo señalan que otros tipos de moluscos también acumularían toxinas, pero es probable que estas acumulaciones no lleguen a niveles mórbidos o letales. Parece ser distinto el molusco que filtra las aguas para nutrirse al como los bivalvos, que el que consume algas infestadas temporalmente.Es conveniente que sobre ello exista un buen conocimiento y que ello tenga su comunicación adecuada y especialmente oportuna.
La producción pecuaria como agente trasmisor de enfermedades y otros problemas de salud.
Mi impresión, en parte la visión de un consumidor y de un profesional de ya edad avanzada, es que es conveniente trasmitir estas inquietudes y experiencias, en parte como información y en parte para recibir correcciones que enriquezcan la disponibilidad de antecedentes útiles.
Me parece que pueden darse dos tipos de situaciones distintas.
1. Una es que el animal se enferme y esa enfermedad la trasmita al hombre; un ejemplo extremo de esto sería el carbunclo bacteridiano o Antrax que se presenta especialmente en los rumiantes. Otro tipo de ejemplo es que la enfermedad inicial la controle el animal pero quede su carne u otros componentes con el agente latente, como es el caso de la triquinosis.
2.La otra es cuando el animal acumula un agente dañino y lo trasmite al hombre al consumir éste sus productos. Dentro de estos casos podrían mencionarse las dioxinas, las toxinas de la marea roja, los metales pesados, hormonas, antibióticos, pesticidas y otros residuos de productos de uso veterinario.

Publicado por
Alejandro Calvillo

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