Noticia | 14 Septiembre 2011

CASO LA POLAR UNA CRISIS ECONOMICA Y POLITICA

¿Es el caso La Polar una muestra de la Crisis Económica, social, moral y política que azota a chile?
¿No será un anuncio premonitor acerca una crisis económica con características similares a la de los comienzos de los 80´, que tuvo como una de sus principales causas, el sobreendeudamiento?
Cada día se amplían los antecedentes negativos sobre el avergonzante y preocupante caso La Polar.
Más adelante planteo dos hipótesis que podrían explicar este extraño proceso en que aparecen tantos culpables. Me refiero además a los daños que se están generando en nuestra sociedad y los peligros que éstos se extiendan al retailers constituido por las otras empresas. La causa principal estaría en ese peligroso sobreendeudamiento, alentado incluso por el Banco del Estado, que tuvo en el pasado la noble responsabilidad de fomentar el ahorro en Chile. Hago mención a las consecuencias económicas, sociales y políticas que puede tener este caso. Además lo relaciono con otros que reflejan pérdidas de valores.
Advierto que este sobre endeudamiento con los retailers y con el sistema bancario, pueden conducirnos a una nueva crisis económica.
Veo que van apareciendo dos hipótesis: Una que la economía chilena está tan fantástica que no hay duda que una empresa como La Polar tenga ese éxito extraordinario, su expansión más allá de nuestras fronteras, que captara altas inversiones de la AFPs que se supone que están muy bien asesoradas y con directores con altas remuneraciones, que emitiera bonos con elevados intereses relativos y que se colocaran fácilmente en el mercado. Que firma auditora hasta hace poco de alto prestigio, que se supone que con sus servicios bien remunerados garantizan a los accionistas y a la sociedad chilena que lo que reflejan sus contabilidades auditadas eran verdades. La institucionalidad chilena de supervisión oficial, las superintendencias que se supone dirigidas por los profesionales más capaces y honestos, confiaban en que la empresa cumplía con sus obligaciones legales, por lo tanto no merecía ser fiscalizada pues estaba además bien auditada por una firma que daba garantías..
La otra hipótesis podría basarse en que el problema era tan serio que nadie se atrevió a dar la alarma y actuar e intervenir, para no ser culpable de iniciar una crisis que no se sabe qué repercusiones podrá tener. Mejor esperemos que esto se arregle y se desarrollen fuerzas y recursos para evitar esta crisis.
Cualquiera de las dos hipótesis nos conduce a la conclusión de que algo anda mal en Chile, muy relacionado con la pérdida de valores y a lo mejor, con ese autoalabarnos como fantásticos poseedores de un modelo de desarrollo admirado y recomendado por grandes intereses internacionales, modelo que no puede fallar.
Algunas realidades que se dieron en esa empresa.
1. La morosidad se ocultó para evitar tener que hacer castigos y reducir sus utilidades o quizás generar pérdidas.
2. Se establece un sistema de repactación unilateral que además de evitar tener que hacer los castigos que correspondía, inflaban los activos ya que éstos se aumentaban con la repactación cargándoles altos intereses a sus clientes y así las deudas normales crecían y con ello crecía el activo de la sociedad..
3. La alta rentabilidad de la empresa, más los halagos que se hacían en la prensa a la gestión de esta “empresa ejemplar”, estimulaba la colocación de bonos en el mercado financiero y además atraía inversionistas como las AFPs que iban dirigidas a las compras de acciones y a bonos con altas tasas de interés.
4. La banca privada frente a la fortaleza de esta empresa no dudaba en hacerle préstamos.
5. Deudores morosos cuando ven sus repactaciones, muchas o gran parte de ellas sin sus autorizaciones y al ver como se multiplicaban sus deudas, recurren al SERNAC. El servicio da a conocer esta realidad y anuncia una demanda colectiva. Esto hace destruir ese castillo de arena o esa torre de cartas de un naipe.
6. He leído que en esta sociedad sus directores recibían participación sobre utilidades, además de sus dietas normales. Se ven así favorecidos con las mayores utilidades contables.
7. El Directorio de La Polar sufre cambios y culpa a ejecutivos que son despedidos de haber procedido a las repactaciones sin autorización del Directorio.
8. Hoy oí en un programa matinal de Radio Cooperativa que uno de los participantes señala como escándalo que ejecutivos y accionistas de La Polar vendieron sus acciones a altos precios y dejaron así de ser empleados o accionistas de la empresa. Cabría preguntarse si no han sido ellos mismos que contribuyeron a inflar la imagen de la empresa, para vender sus acciones antes que el barco se hundiera.
9. Hay serios pronósticos de que esta sociedad quiebre. Sus trabajadores que suman del orden de los 9 mil corren el riesgo de perder sus puestos de trabajo; por ahora ellos reciben las críticas y hasta agresiones de clientes.
Por otra parte, impresiona cómo estas grandes tiendas lucran con el sistema financiero. Llega a tan extremo el proceso, que las ventas a plazos son ofrecidas a precios más bajos que los de las ventas al contado. El negocio no está en vender sus productos sino que en ofrecer grandes facilidades financieras a altas tasas de interés, las que aumentan después como morosos. Se suma también a que varios de estos retailers ofrecen créditos monetarios a sus clientes, independientes de sus ventas. Entran así a operar directamente como ágiles bancos prestamistas..
Qué consecuencias podrá tener esta expansión irracional del endeudamiento, incluso fomentado por el Estado chileno, por su Banco del Estado. En el pasado este banco estatal fomentaba el ahorro incluso para comprar bienes de consumo durable. Qué sano era eso, la persona ahorraba y una vez que tenía cierta suma, podía comprar a plazo, teniendo ya una capacidad de pago histórica que provenía de su hábito de ahorro. Hoy este banco ya no fomenta el ahorro, por el contrario, ofrece créditos a muy bajo o a cero interés. Uno puede preguntarse, estará también en sus intensiones cobrarle más adelante altos intereses cuando su cliente no tenga capacidad de pago.
Cómo se alienta la incorporación a tarjetas con ofertas temporales atractivas, como la de poder comprar gasolina con fuertes rebajas que sólo se hacen efectivas posteriormente. También se ofrece el sorteo de otros premios.
En el día de ayer las acciones de los grandes retailers tuvieron sensibles bajas, hoy se habrían recuperado. También la acción de La Polar tuvo una fuerte caída, al día siguiente mejoró y para posteriormente volver a caer fuertemente, debiendo la autoridad suspender su operaciones en la Bolsa por varios días.
El retail y el sistema financiero con tales niveles de endeudamientos, motivan temores de crisis.
La expansión del endeudamiento privado ha contribuido al crecimiento económico, pero esto se agota y puede aún rebotar. Si el desempleo aumenta o crece el costo de vida, muchas deudas dejarán de pagarse lo que puede motivar la aparición de un fenómeno en cadena. Los retailers pueden ser probablemente los sectores primeramente afectados.
Qué pensar si el cobre llega a sus valores normales y se nos eleva el dólar a los valores que éste debiera tener normalmente. La inflación sería muy fuerte..
Las consecuencias económica y sociales del caso La Polar son bien claros. Deudas que se expanden anormalmente; pérdidas en las inversiones en acciones, parte de ellas afectarán a la AFPs; posible incapacidad de servir las deudas en bonos, perdiéndo sus compradores esos patrimonios o gran parte de ellos. En lo social, desempleo y pérdida de confianza en el sistema previsional privado; las inquietudes sociales pueden conducir a graves consecuencias políticas.
En lo político, la pérdida de confianza en la institucionalidad fiscalizadora del Estado. También en la banca chilena por sus malas colocaciones. La desconfianza en la auditoría chilena y su reflejo en la imagen internacional del país. Ya se habla de acusaciones constitucionales a ministros de Estado; se iniciaría con el de Hacienda.
Debe tenerse presente que esto no sólo es culpa del actual gobierno. Las anormalidades vienen sin duda de más atrás.
Cuántos responsables hay en la generación de este problema; la empresa privada es la principal, además las empresas auditoras, las superintendencias, y cuántos más. La prensa misma beneficiada con la publicidad de estas grandes tiendas o con la del Banco del Estado y de otros bancos, que pasa a tomar una posición pasiva frentes a las críticas al sistema y tardíamente se hacen presente cuando ya la noticia de los escándalos pasa a ser atractiva para lograr un mayor tiraje.
No puedo dejar de recordar otros dos tristes ejemplos del pasado. Lo que sucedió con el equipo ferroviario para el ferrocarril longitudinal comprado a España y con los compromisos de extender el funcionamiento ferroviario hasta Puerto Montt.
Y qué decir del caso de Kodama. Cómo se convence a una ministra de Estado a cursar un decreto que entregaba del orden de los 17 mil millones de pesos a esa empresa, después de venir la proposición con la aprobación de una serie de personeros y con el respaldo de un abogado asesor quien le daba a la ministra plena confianza y más encima se le dice que la transacción a la que se llegó, significaba importantes economías al erario nacional pues evitaba una demanda con posibilidades de perder del orden de los 41 mil millones. Incluso esa suma que iba en el decreto, estaba avalada por una importante y prestigiada unidad universitaria. Hoy esa ministra que evitó a última hora un gran fraude, gracias a un funcionario que le advierte, está juzgada.
Recordemos también el caso de las cadenas de farmacias. Cómo poca importancia se le dio a la llamada “canela”, en que a empleados con bajas rentas se les estimulaba con comisiones más alta para que consiguiese el cliente comprar medicamentos más caros. Qué triste es sacarle ingresos a las familias mediante el convencimiento de un cambio de producto, que se le anuncia mejor, para mayor negocio de la empresa y para el mejoramiento del ingreso del vendedor necesitado. Cómo se dañan las conciencias y se destruye la solidaridad.
Creo que mucho de esto se debe a la pérdida de valores al cual nos ha conducido el modelos ultra neoliberal que nace en el Gobierno Militar y que se perpetúa ya por cinco gobiernos democráticos. Recuerdo a ese gran empresario Ernesto Ayala, cuando decía que lo más importante para elegir un empleado es su honestidad; sus debilidades o vacíos en su formación y en su experiencia se pueden corregir, no así los valores morales.
El descontento crece en diferentes frentes. Preocupa hacia donde puede llegar nuestro país. Considero muy serio los problemas que enfrenta el actual gobierno, para llevar adelante al país, problemas especialmente en sus cuadros gobernantes.
El Gobierno y la Oposición pierden apoyo de la opinión pública, lo que es muy peligroso.

Publicado por
Michelle Azuaje Pirela

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