Noticia | 13 Septiembre 2011

RECOMENDACIONES PARA AHORRAR AGUA, DINERO Y LUZ

Ahorre agua, dinero y energía conociendo el consumo exacto de su hogar
En Chile no hay consumo responsable de agua. Esa fue la conclusión que obtuvo la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) tras elaborar un estudio del consumo doméstico de este recurso durante 2007 y 2008, en base a datos aportados por compañías privadas que proveen el servicio a lo largo del país.
Se estima que 100 litros mensuales por habitante son suficientes para no afectar su calidad de vida. Sin embargo, el estudio afirma que el consumo de los chilenos varía entre los 119 y los 173 litros al mes, niveles muy superiores a los que realmente requieren. Por otro lado, si bien la demanda está determinada por la estacionalidad, la alerta amarilla se mantiene casi invariable durante todo el año, lo que pone en evidencia la urgente necesidad de cuidar este recurso.
A juicio de Fernando Norambuena, profesor de Ingeniería en Construcción de la Universidad Andrés Bello y especialista en hidráulica e instalaciones domiciliarias, este tema debe considerarse como un problema global. “La reducción y control de las pérdidas de agua ha avanzado muy poco en los últimos años. Es importante recordar que toda el agua que se ahorre en este aspecto puede ser destinada a otros usos”, puntualiza.
¿Cómo conocer el consumo exacto?
Desde el punto de vista conceptual, explica el académico de la U. Andrés Bello, “la pérdida de agua es la diferencia entre el agua producida y el agua no facturada”. A partir de esto se puede afirmar que la pérdida domiciliaria no siempre es pérdida para la empresa sanitaria, ya que existen tecnologías de medición que permiten que parte de ella sea medida y facturada. De ahí la importancia de conocer el consumo exacto de cada hogar.
Los medidores cuentan con un sistema de indicación numérica de los m3 consumidos acumulados, que va desde 0 a 9999,9 m3. Asimismo, algunos relojes miden los 10 y 100 litros por giro completo, indicados por 0,001m3 y 0,01m3, respectivamente. De acuerdo a esto, se puede realizar la siguiente medición:
– Asegurándose de no tener consumo en los artefactos, llenar una botella de 2 litros de agua y comparar con lo indicado en el reloj que mide los litros (0,001 m3). Este reloj debiera indicar un recorrido de dos litros. “Esta validación resulta más exacta al contar con un recipiente de mayor volumen graduado de 10 o 20 litros”, agrega Norambuena. En el primer caso (10 litros), el reloj que mide los litros debe presentar un giro completo.
– Al no haber consumo en los artefactos, los relojes del medidor no deben girar. Existe un tipo de medidor que cuenta con un molinete que gira al tener un pequeño consumo. En ese caso, es posible que haya pérdidas por filtraciones al interior de la vivienda que deben ser ubicadas y reparadas. “Normalmente, esto se debe a goteo en las llaves o el cierre ineficiente de la válvula del WC. Otras filtraciones en las tuberías se pueden evidenciar por humedecimiento del piso o muros”.
Los valores típicos de consumo por persona varían de acuerdo el nivel socioeconómico de la vivienda. En sectores rurales, fluctúan entre 80 y 120 l/h/día (litros/habitante/día). En sectores medios estos valores varían entre 200 y 250 l/h/día, llegando hasta 350 a 400 l/h/día en sectores de nivel alto, con grandes jardines o piscinas.
De acuerdo a lo indicado, como la cuenta de agua se entrega en m3 consumidos (1m3= 1.000 litros), “el valor facturado debe ser dividido por el número de habitantes y por los días del mes correspondiente. Con esto obtendremos el indicador de l/h/día, que se puede comparar con los rangos típicos de consumo indicados”, explica Norambuena.
Tips para un ahorro eficiente en casa
– Verificar empíricamente la exactitud de la medición de su consumo, conociendo el consumo por artefacto para racionar su uso.
– Preferir la ducha a un baño de tina. No dejar correr el agua durante el lavado de dientes o al afeitarse.
– En el lavado de ropa y vajilla, usar los electrodomésticos a carga completa.
– Al lavar a mano no dejar la llave abierta, sino emplear un recipiente para enjabonar y otro para enjuagar.
– Limpiar los platos y utensilios inmediatamente después de comer para evitar que la grasa se quede pegada y se requiera de más agua para eliminarla.
– No descongelar alimentos bajo el chorro de agua. Es mejor sacarlos la noche anterior del congelador.
– El consumo de los inodoros corresponde al 38% del total residencial. Por eso, preferir los de bajo consumo es una buena alternativa. Es importante recordar que en cada descarga el inodoro utiliza entre 6 y 13 litros de agua.
– Los dispositivos o adaptadores de ahorro de agua incorporan oxígeno al chorro, mejorando su eficiencia. Eso sí, sólo se recomiendan para el agua fría, ya que para el agua caliente es posible que no se genere la presión suficiente para encender el calefont.
Junto con estas indicaciones básicas, existen otras acciones que, si bien requieren de una inversión mayor, permiten un uso aún más eficiente del agua. Algunos ejemplos: “el riego tecnificado en jardines y la implementación de sistemas para la reutilización de aguas grises domésticas (producidas en bañeras, lavadoras, etc.) como medio de alimentación fundamental para los inodoros de la vivienda”, concluye el académico de la Universidad Andrés Bello.

Publicado por
Michelle Azuaje Pirela

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