Dos veces en su vida dice haber visto Arturo Mackenna, ex gerente general de CMPC y ex director de la Papelera, a Gabriel Ruiz Tagle, ex dueño de Pisa (hoy SCA). Una fue en 1981, cuando le dijo a Ruiz Tagle que CMPC haría ofertas directas a las imprentas para competirle en el papel gráfico que dominaba la empresa del también ex ministro de Deportes. La otra ocasión lo saludó mientras Ruiz Tagle trotaba por las Brisas de Santo Domingo.
Eso fue parte de lo que ayer declaró Mackenna como testigo ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), en el marco de la investigación por la colusión del mercado del tissue entre CMPC y SCA.
Allí, analizó las declaraciones que el día anterior Ruiz Tagle entregó al TDLC. Este dijo que se vio forzado a vender su empresa a SCA porque la Papelera quería hacerla desaparecer.
“No creo que haya ningún estúpido en el mundo que compre una compañía pequeñita en US$ 130 millones. Se hace la víctima ahora, ¿por qué?, ¿por miedo?”, dijo Mackenna en referencia a Ruiz Tagle.
El ex ejecutivo, quien aún se mantiene como director de Colbún (parte del grupo Matte), no descartó en ningún momento que CMPC se hubiese coludido. “Yo lo reconozco, CMPC se coludió, lo doy por establecido”.
Aseguró que este hecho fue doloroso para la empresa. “Este incidente para la Papelera y para Eliodoro Matte es una cosa vergonzosa. Sé que ha sufrido mucho con este caso, yo a él le creo que no sabía”, dijo luego de aclarar que es amigo de Matte y que se conocieron dando la prueba de ingreso a la universidad.
En este plano, Mackenna calificó como “un cuento armado no sé con qué propósito (…). Me llega a dar risa”, las acusaciones que apuntan a que el propio Matte habría sabido e ideado la colusión.
Al mismo tiempo, rechazó la coacción que acusa SCA de parte de la Papelera para coludirse. “¿Qué sentido tiene intimidarlo? Arruinar a la competencia es el peor de los negocios”, recalcó. Añadió que hay “un tema reputacional, un despilfarro de recursos en el intento y, por último, existe el riesgo de que si la empresa quiebra, llegue otro competidor y la tome”, e insistió en que “me parece absurdo e innecesaria una colusión”.
Aunque dijo que evaluó acogerse a la delación compensada, indicó que prefirió no hacerlo para reafirmar su inocencia. “Había que delatarse por decencia, por mantener la reputación (…). Una o dos semanas lo analicé, pero yo tenía la conciencia limpia, el único tema era que me inculpara alguien maliciosamente. Dudé de acogerme, pero decidí ser valiente”, aseguró. Aclaró, eso sí, que “algunos me han tratado de salpicar”.
En ese sentido, detalló que también dudó de renunciar, como finalmente lo hizo el 23 de octubre de 2015, días antes de hacerse pública la denuncia. “Yo asociaba mi renuncia con asumir culpa y un involucramiento, por eso no quise renunciar antes, pero con los días me convencí”. Aclaró en todo momento que la colusión, primero en Perú y luego en Chile, lo tomó por sorpresa. “Eso ocurrió a mis espaldas, me pilló de sorpresa, y fue muy desagradable, una gran desilusión”.
También reveló el intento de SCA de comprar la operación de CMPC en Colombia, en 2010, cuando se reunió con un alto ejecutivo de la sueca y uno de los dueños del Grupo Familia, que opera en el país cafetero.
“El señor Gómez (Grupo Familia) me dijo que si no vendíamos la planta en Colombia la íbamos a pasar muy mal. El fue violento en el tono, pero yo le dije que no estábamos en venta”, relató.
Varias veces repitió que SCA “intenta mostrarse como una empresa pequeña, pero no lo son (…). SCA sí es más fuerte que Gabriel Ruiz Tagle”, dijo.
Fuente: LaTercera
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30 Oct 2024