Noticia | 4 Septiembre 2020

“Encuesta Social Covid-19” revela impacto socioeconómico de la pandemia en los hogares del país

Santiago, 4 de septiembrede 2020.- El Ministerio de Desarrollo Social junto al PNUD y el INE conformaron una encuesta telefónica a 4.500 hogares a nivel nacional para saber qué tan afectadas están las familias producto de la pandemia. Los principales resultados fueron, el 60% de los hogares sufrió una caída en sus ingresos y el 49% declara que no les alcanza para cubrir las necesidades básicas del mes.

De esta forma, la subsecretaría de Evaluación Social (SES), junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), trabajaron de manera colaborativa en el desarrollo e implementación del estudio.

La ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar dijo que el objetivo de la encuesta es caracterizar los efectos socioeconómicos directos e indirectos que ha generado la crisis sanitaria en los hogares del país, reconociendo las particularidades de estos impactos en los diferentes tipos de hogares.

La autoridad agregó que el análisis del estudio representa un valioso insumo para orientar de la mejor forma posible el diseño e implementación de la política social en la fase de recuperación.

“Estos resultados nos confirman que la pandemia ha afectado a todas las familias, pero nos permite mirar con detención a aquellos que están viviendo una situación más compleja y que requieren de un mayor apoyo en estos difíciles momentos”, señaló la secretaria de Estado.

El levantamiento de datos se realizó durante todo el mes de julio, finalizando el 7 de agosto y se aplicó de manera telefónica, proceso en el que el INE puso a disposición la experiencia que el organismo ha ganado en el cambio de modalidad del levantamiento de la Encuesta Nacional de Empleo, tanto en el diseño de la muestra como en el levantamiento de la información.

La muestra objetivo de la Encuesta Social COVID-19 correspondió a aproximadamente 4.500 viviendas particulares ocupadas y consideró encuestas en todas las regiones del país. Esto permite contar con una encuesta con representatividad nacional y por macrozonas.

Los principales resultados que el sondeo arrojó fue que un 59,4% de los hogares declaran haber disminuido sus ingresos totales durante la emergencia, mientras que un 44,6% de los hogares estima que sus ingresos cayeron en la mitad o más del nivel que tenían previo a la crisis.

La encuesta entrega una mirada de la situación de los hogares antes y durante la emergencia respecto a la situación de ingresos y empleo. Así, si antes de la pandemia un 16,5% de los hogares declaraba que su ingreso “no le alcanzaba” para financiar sus gastos, durante la emergencia este porcentaje subió a 48,8% de los hogares.

“Profundizando en los hogares que declaran que “no les alcanza” con sus ingresos para financiar sus gastos, podemos ver que, si bien la crisis ha afectado de manera transversal a distintos grupos de hogares, son los hogares liderados por mujeres, aquellos de los quintiles más vulnerables y los con presencia de niños, niñas y adolescentes, los que enfrentan una situación más compleja en esta emergencia”, advirtió la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia.

Respecto de la situación laboral, la encuesta muestra que durante la emergencia, un 38,4% de los hogares disminuyó el número de personas ocupadas. Como consecuencia, durante la pandemia el 27,4% de los hogares encuestados no tenía a ninguno de sus integrantes ocupado, mientras que antes de la pandemia, esta proporción era de 13,9%.

Al igual que en el caso de la suficiencia de ingresos, los hogares con jefatura de hogar femenina y los hogares de los dos quintiles más pobres son los que se encuentran en situación más vulnerable, con entre 30% y 40% de los hogares en esta situación.

Adicional a la pérdida de ingresos y de empleo, se observa que un 53,7% de los hogares redujo sus activos (vendió bienes, usó ahorros, arrendó o vendió propiedades) y el 40% de los hogares se endeudó (pidió préstamo o crédito a un banco u otra entidad financiera, a familiares, amigos, vecinos o conocidos, retiró dinero de una tarjeta de crédito o de casa comercial o usó una línea de crédito), lo cual da cuenta que estas son las principales estrategias que están usando los hogares para hacer frente a la crisis.

Sobre la deuda, cabe destacar que los quintiles de menores ingresos tienen el mayor uso de préstamos de familiares o conocidos (Q1 35,5% y Q2 38,5%), los quintiles medios el mayor de uso de tarjetas de crédito (Q3 16,0% y Q4 18,1%), y el quinto quintil es el que presenta el mayor porcentaje de hogares que solicitó crédito en entidades financieras (13%).

Respecto a estrategias orientadas a la reducción de los gastos de los hogares, destaca la disminución de gastos en alimentación (54,6%) y la interrupción en el pago de servicios básicos como agua, gas luz, teléfono, entre otros (44,1%).

En relación a las ayudas o apoyos que han recibido los hogares en estos meses de emergencia, un 42,3% de ellos declara que ha recibido ayuda en bienes o dinero de parte del Gobierno y/o Municipios. Entre los hogares del primer quintil, un 58% recibió algún de este tipo, y 54,6% en el segundo quintil.

Con respecto a las consecuencias de la crisis en la calidad de vida de los hogares, la subsecretaria señaló que “65,6% ha postergado tratamientos de salud durante la emergencia, 19,4% enfrenta problemas de inseguridad alimentaria, un tema que hemos trabajado en conjunto con la FAO, y 21,4% de los informantes que respondieron la encuesta presenta un nivel moderado o severo de ansiedad y/o depresión.

Síntesis:

· Esta es una crisis que ha golpeado a todos los hogares del país, en aspectos económicos y de calidad de vida.

· En términos económicos, hogares de todos los quintiles se han visto afectados por la crisis, pero son los hogares de los quintiles de más bajos ingresos los que siguen estando en una situación de mayor vulnerabilidad.

· Adicionalmente, se observó cómo los hogares con jefatura de hogar femenina, así como aquellos con presencia de NNA se encuentran en niveles de mayor vulnerabilidad económica.

· Hay señales de alerta, que deben ser monitoreadas de cerca, como son la postergación en la atención en salud y la disposición al retiro de los estudiantes de la educación. También la inseguridad alimentaria, y los síntomas de ansiedad y/o depresión que se observan en la población deben ser foco de las políticas sociales en este período, con especial cuidado en los hogares con adultos mayores.

Publicado por
Conadecus

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